AQUELLOS VERANOS

Ahora q ya está acabandose  me han venido recuerdos de mi infancia y de esos veranos q pasabamos en el pueblo de mi abuela en Avila en plena Sierra de Gredos.Nada más terminar las clases, mi madre nos hacía la maleta y nos enviaba allí todo el verano,con el paso del tiempo he descubierto q con ese simple hecho mi madre se tomaba unas merecidas vacaciones sin cinco niños dando guerra,q aunq no eramos malos si pelin traviesos y "movidos" jeje.
Por aquel entonces no tenía mas preocupación q pasarmelo bien, te levantabas tarde,un colacao rápido y a la calle,unas veces con la bici, otras con la pelota o simplemente dando una vuelta por ahi.. subíamos las cuestas corriendo,con un sol de justicia , 39 grados,daba igual, bebímos un trago de agua fria en el pilón de la plaza y a seguir correteando ,hoy vivimos motorizados y debajo del aire acondicionado.
Después de comer mi abuela nos obligaba a echarnos la siesta,por aquel entonces era común lo de guardar la digestión,asiq como nunca fuimos de dormir, aprovechabamos para leer,creo q aún deben andar por allí miles de tebeos y comics q leían mis hermanos y mi colección de libros de " el club de los cinco" q para quien no lo conozcan eran las aventuras de cinco amigos, una de ellas una bollo camuflada jeje.Estabamos deseando q dieran las 17h , en una ocasión se nos ocurrió adelantar el reloj de la salita media hora para escaparnos antes y cuando volvimos para la cena mi abuela nos castigó por llegar tarde jajajaj se nos olvidó ponerlo en hora al salir, ni q decir tiene q no volvimos a hacerlo eso si en cuanto sonaban las cinco campanadas pasabamos por la cocina toalla en mano a por el bocata y echando chispas en la bici a "la charca" q es una piscina natural de agua de la sierra q se forma en el rio colocando una presa de madera,las rocas de la orilla nos servían de improvisados trampolines y los más osados se tiraban de cabeza desde el puente romano,allí se bañaba todo el mundo puesto q la piscina municipal se construyó años más tarde.
Al caer la tarde,nos pasabamos por los recreativos de la Sra. Margarita a echar un futbolin o matar unos marcianitos y sobre todo a comprar un  flax, a mi me perdían los de limón.No había un solo instante q te aburrieras,explorabas caminos por las montañas, nos colabamos de extranjis en casas abandonadas,haciamos carreras de bicis,jugabamos al rescate, la olla,acababamos con las rodillas machacadas y embadurnadas de rojo por la mercromina q todo lo curaba.
Tengo muy gratos recuerdos de esos días y aunq ningun tiempo pasado fue mejor he de reconocer q entonces si q sabíamos divertirnos